Ante un marco de la madre naturaleza por demás espectacular, los Pumas recibían al Tijuana Xoloitzcuintles de Caliente, en lo que debía ser un encuentro bastante interesante, esto por jugarse la posición en la tabla general en virtud que los rojinegros están un punto por encima de los auriazules y ambos debían sacar puntos de la grama del Olímpico.

Pumas empezó a tambor batiente, tanto que de inmediato al minuto 2′ un centro del «Uru» Robert Ergas cabeceó Guillermo Martínez y la mandó a la posición del portero José de Jesús Corona; y dos minutos después, el mismo «Memote» recibe de espaldas a la portería y, como buen delantero que es y con la portería dibujada en la cabeza, se da la media vuelta, le gana la posición al defensa y saca tremendo riflazo que se fue directo al crucero del travesaño y salir desviado el esférico.

Pumas ya habia avisado sus intenciones.

Pero siempre hay un granito en el arroz, y la parsimonía con la cual había iniciado el cuadro del Pedregal se fue de inmediato al agua, porque la pólvora explosiva que parecían traer en los botines, se hizo solo de chispazos, y en todo el primer tiempo fueron solo esos, chispazos por parte de Universidad, porque Tijuana tuvo una sola llegada en todo este lapso, la ausencia del guaraní Carlos González en la delantera fronteriza debido a un asunto familiar le pasó demasiada factura a su equipo.

Ergas, Quispe, Rico y Funes Mori no atinaban a meter una sola pelota en las redes, y eso generó demasiada frustración en la delantera local, pero así tuvieron que llegar al descanso.

Para la parte complementaria la consigna era la misma, y de inmediato a los 30» segundos de haber iniciado el juego nuevamente hubo una llegada estudiantil, pero la puntería seguía siendo la misma, todas, absolutamente todas las pelotas iban a la posición del cancerbero Corona.

La tónica no cambió, a los canes del Mictlán no les avisaron que debían jugar fútbol hoy por la tarde y a los felinos la presa les pasaba frente a las narices y por estar chatos, no sabían aprehenderla.

Los minutos seguían, los cambios llegaron y afortunadamente para el Técnico Lema le sirvieron, debido a que al ingresar a Ignacio Pussetto este mismo le dió el gol que tanto anhelaba Funes Mori, Martínez, Rico y Ergas desde el inicio del juego, y posteriormente se les uniría Alí Ávila y el mismo Pussetto.

Corría el minuto 87′ y tras un saque de tiro de esquina, todo mundo se hizo bolas en el área chica tijuanense debido a que la de gajos parecía irse de largo, pero llegó el argentino a la exacta cita con la número 5 y la cabeceó de tal manera que la puso fuera del alcance del guardameta fronterizo e hizo que la afición presente en las gradas del Estadio Olímpico Universitario explotara de jubilo al ver que el gol tan ansiado por fin llegaba.

Tijuana no se quería quedar así y hasta ese momento se acordó que jugaban fútbol profesional y se fueron al frente de tal manera que al llegar al minuto 90’+6 de 6 agregados, sacaron un tiro-centro que pegó en el poste posterior de Julio González, se paseó por el área con toda la gente petrificada y después hubo reclamos del Auxiliar Técnico de Xolos por algo que no se sabía si era mano, fuera de lugar, no salió el balon del terreno de juego o que sucedia.

El árbitro recibió indicaciones vía auricular de que todo en orden, que podía terminar el encuentro y así sucedió.

Hizo sonar su silbato, señaló el centro de la cancha y se decretó el final del partido con la segunda victoria desangelada para los Pumas, pero al fin y al cabo, victoria.

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