La visita al Azteca le salió barata a un Pumas desdibujado, sin garra ni corazón; Cruz Azul solo concretó una jugada y con eso le bastó para llevarse el triunfo.


Con palabras dichas por el mismo Rafa Puente Jr, Pumas apostó por cerrar filas atrás, sacrificando el ataque, dejando de lado las jugadas ofensivas que le estaban funcionando. Para este encuentro, cambiaron el planteamiento habitual de 4-4-2 por un 4-3-3, sin embargo, se ajustaban al 4-5-1 cuando no se tenía el balón, lo que hizo que ese juego “dinámico” de jornadas anteriores diera la impresión de que lo olvidaron en casa.


En un juego en el que ambas escuadras jugaron a “no perder”, ninguno de los dos ofreció un planteamiento interesante que diera pauta a recordar que este tipo de partidos se consideran “Un Clásico”, que los juegos entre ellos se caracterizaban por su lucha, entrega y pelea en medio campo. Esta vez no hubo nada de eso.


Los locales tuvieron muchas más llegadas al arco de Sosa, pero para fortuna de Pumas, solo pudieron materializar una sola jugada. Al minuto 84 Escoboza remata de volea un centro por derecha dejando a Sosa sin oportunidad de reaccionar, una jugada bien estructurada por parte de los cementeros.


Puente del Río en el segundo tiempo hizo ajustes para retomar el juego ofensivo metiendo a Chino Huerta, éste como es costumbre, entró pelar cada balón, correr y encarar pero sigue sin afinar el último toque. La entrada de Del Prete también causó revuelo, pero el tiempo no fue suficiente para emparejar el pizarrón.


Es cierto que Pumas se defendió “mejor”, pero, ¿A qué costo? Sacrificando a dos jugadores que, hasta esta jornada, han sido de los más constantes en la escuadra, siendo Del Prete y Arturo Ortiz los elegidos para estar en el banquillo. Pero honestamente, eso de “defenderse mejor” no es del todo correcto ya que Cruz Azul no metió más goles por fallas propias que por aciertos de los visitantes.


Esta dura derrota además de perder puntos y bajar posiciones en la tabla, representa un nuevo golpe al ánimo y confianza de los auriazules pero deberán de curar las heridas pronto ya que el siguiente juego es en casa con Pachuca.

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