Pumas llegó al Estadio BBVA Bancomer con la ilusión de meterse a repechaje, con la esperanza de «salvar» el torneo pero tenían enfrente al líder del torneo. Monterrey con un cuadro semi alterno se logró imponer ganando 4-1.
Los auriazules, en el primer tiempo fueron el reflejo de lo que fue todo el torneo, un cuadro desconcentrado en línea baja, sin coberturas ni recorridos a tiempo, perdiendo balones, sin jugadas de peligro, sin acompañamiento al frente. Una dura realidad para los universitarios quienes al minuto 27′ ya iban abajo 4-0. Los goles, Alfonso González 02′ y hat tick de Rogelio Funes Mori a los 17′ (P), 22′ y 27′. El gol azul y oro fue a cargo de Del Prete al 45′.
Mohamed envió a este duelo al mismo cuadro del juego anterior, una línea de 4-5-1 con la idea de cerrar espacios y tratar de aprovechar el impetú de los volantes, pero nuevamente el perder la marca dentro del área terminó en goles en contra; tres de los cuatro goles del local fueron en triangulaciones dentro de la zona de seguridad de Pumas y un de penal.
El segundo tiempo inició con otra cara de Pumas, con una idea de juego muy diferente a la primera mitad, con recuperación de balones y conectando más pases, cerrando espacios abajo y más atrevimiento al frente. Los cambios vinieron y se lograron contener las embestidas locales. Pumas tuvo más remates al arco pero la falta de contundencia otra vez se hizo presente y no se pudo mover el marcador.
La temporada terminó y ahora viene el crudo analisis del plantel. Es cierto que se «salvaron» de pagar multa pero esto, el nivel mostrado en los últimos torneos, no es el que se merece la institución, la afición y el mismo plantel. La ilusión y el apoyo siempre está pero con eso no se ganan campeonatos y Pumas deberá hacer tener una buena planeación para revertir lo hecho en los últimos semestres, hubo cosas positiva que deberán ser reforzadas y otras (muchas) a corregir.
¡Venga Pumas! ¡México, Pumas, Universidad!