La noche de ayer Pumas visitó a Necaxa, y se enfrentaron en un duelo dominado por los auriazules, sin embargo, fueron los hidrocálidos quienes se llevaron la victoria 3-1.
Pumas saltó a la cancha completamente desconcentrados, y consecuencia de ello fue que al minuto 6 ya iban abajo en el marcador 2-0. A pesar del descalabro tempranero, el equipo luchó con garra para intentar emparejar le resultado. Al minuto 40, en un tiro de esquina cobrado por el debutante Alfonso Monroy, Nico Freire con un certero cabezazo logró acercarlos en el marcador.
Para el segundo tiempo, la dinámica fue la misma, Pumas dominando a un Necaxa inoperante y tirado atrás defendiendo el resultado, pero en el afán de ir al frente en busca del empate, los dirigidos por Puente del Río descuidaron la zona baja y en un contragolpe de Necaxa cayó el 3-1.
Nuevamente las fallas defensivas, la desconcentración y la indisciplina tiraron por la borda lo planteado por Rafa Puente Jr, y el trabajo realizado previo al juego quedó en el papel a pesar de los cambios, del esfuerzo y desgaste físico de los jugadores. Los movimientos hechos en la segunda mitad dieron peso al frente, la magia de Toto Salvio, los esfuerzos de Chino Huerta y Del Petre generaron peligro, pero no fueron suficientes para cambiar el marcador.
Mucho se comenta de las fallas defensivas, pero nadie menciona que la falta de contundencia al frente también es factor para que los resultados no se estén dado como se espera. La falta de jugadas de asociación, las fallas técnicas para definir frente al arquero rival también encienden las luces rojas y ahora, Rafa Puente deberá analizar lo sucedido y trabajar duro para poder enderezar el barco.
Aún queda tiempo para cambiar el panorama auriazul pero deberán cerrar filas y enfocarse en el siguiente duelo.
