La tarde del 29 de septiembre se llevó a cabo una edición más del clásico capitalino, en el que claramente ninguna de las dos escuadras iba a regalar nada ya que es un duelo donde se juegan más que tres puntos, en los que debes salir concentrado, frío y con la garra con la que se enfrentan estas batallas.
Si bien América no salió con un equipo B, si se dio el “lujo” de dejar a un par de jugadores importantes en la banca, lo cual durante el tiempo reglamentario se demostró que no fue lo idóneo ante la necesidad de puntos. Mientras que Pumas salió como se debe enfrentar un clásico, concentrados y centrados en lo que se estaban peleando, dándole al rival el debido respeto y jugarle al tú por tú al actual campeón.
Un primer tiempo en el que los dirigidos por el profe Lema tuvieron un amplio dominio del campo, una línea baja sólida y con un tridente en la media que no dejó que los locales pudieran enlazar pases, y con gran movilidad al frente. Aunque las estadísticas indicaron que la posesión del balón estuvo del lado americanista, en el empastado se tenían otros datos ya que a pesar de tener el 61% de posesión solo pudieron acercarse a la portería felina un par de veces sin un ápice de peligro.
Los auriazules firmes a la idea “atacando se defienden mejor”, se tiraron al frente en busca de abrir el cerrojo llamado Luis Malagón. Huerta, Quispe y Ergas surtían de balones una y otra vez, pero fue Guillermo Martínez quien filtró un balón a Piero Quispe, que con un excelente disparo, cruzó el esférico a la izquierda del cancerbero local moviendo la pizarra al minuto 19’.
Caicedo tuvo una clara frente al portero al 23’ pero la fortuna local se hizo presente y “El Parce” no pudo rematar cómodo enviando la bola por encima del travesaño.
La dinámica la mantuvo el cuadro azul y oro durante los primeros 45 minutos, muchas llegadas pero dejando vivo al rival.
Para el segundo tiempo el Técnico azulcrema quiso reivindicar el planteamiento inicial, pero los del Pedregal mantuvieron la idea con la que salieron en la primera mitad que fue no ceder espacios en zona baja. Los ajustes locales empezaron a notarse ya que a los minutos 48’ y 49’ Julio González fue clave para que su marcó no cayera.
Al 66’ vino el primer cambio de Gustavo Lema, sacando al canterano Ángel Rico quien sumó minutos a la regla de menores, para el ingreso de Ulises Rivas.
Nuevamente al 75’ Julio González se hizo presente ante el remate de cabeza de Cristian Borja que llegó justo a donde estaba ubicado el acapulqueño. América empezó a verse más peligroso pero la visita no bajaría los brazos, con una defensa muy bien parada y esperando el contragolpe en los botines de Huerta, Ergas y Quispe.
Lema envió al campo a Santiago Trigos y Alí Ávila al minuto 82’ por Quispe y Martínez, en busca de que las piernas frescas pusieran calma a los arribos del local. Movimientos que salieron como se esperaba. Los minutos pasaban y entre faltas de ambos lados el juego se vio cortado, por lo que el central agregó 9 minutos. Pero el marcador ya no se movió gracias a los arqueros.
Pumas siguió con la dinámica ya acostumbrada en el certamen, se tiene mucha llegada pero la contundencia sigue siendo un punto urgente a trabajar si se quiere entrar de forma directa a la fiesta grande y ser protagonistas en este torneo. Con este triunfo, se quedan en la quinta posición con 19 unidades.