Este sábado 6 de diciembre a las 11:00 a.m. se disputará el partido de vuelta de la final Sub-21 en Torreón, un duelo que promete ser vibrante y cargado de intensidad. La afición espera un choque de alto nivel, pues ambos equipos han mostrado contundencia, ritmo y carácter a lo largo del torneo. La mesa está puesta para que el estadio sea testigo de un cierre digno de una final.

El encuentro de ida en Cantera dejó varias sensaciones y elevó las expectativas para esta segunda parte de la serie. Los Pumas lograron imponerse 3-2, en un duelo lleno de emociones y buen funcionamiento ofensivo. Los goles auriazules llegaron gracias a Norberto Jiménez (45’) y al doblete de Héctor Ramírez (72’ y 82’), quien se convirtió en la figura del partido. Por su parte, Santos pegó primero con el tanto de Luis Mascareño (1’) y luego con la anotación de Luis Vega (26’), mostrando su contundencia y capacidad para lastimar desde los primeros minutos.

Marcador final del partido de ida.

A pesar de la ventaja universitaria, la serie está lejos de estar definida ya que ambas escuadras llegan con posibilidades reales de levantar el título. Pumas viaja a Torreón con la confianza que le da el marcador global, pero sabiendo que enfrentar a Santos en su cancha representa un desafío mayúsculo. El ambiente, la presión y el estilo ofensivo del conjunto lagunero podrían convertir el partido en un escenario muy complejo para los visitantes.

Santos además demostró en la ida que tiene argumentos futbolísticos para competir de igual a igual. Si repite la intensidad con la que salió en Cantera y aprovecha el impulso de su afición, podría darle la vuelta a la eliminatoria. Su fortaleza en casa será un factor determinante, y seguramente buscarán imponer condiciones desde los primeros minutos.

Los Universitarios preparándose para el partido de vuelta.

Pumas, por su parte, deberá apelar a la disciplina táctica y a la garra que históricamente caracteriza al club. Administrar la ventaja sin renunciar al ataque será clave para no ceder el protagonismo. El equipo sabe que, si mantiene el orden y la concentración, puede controlar el ritmo del partido y encaminarse al título.

Con esto, todo esta listo para una final que promete emoción hasta el último minuto.

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