La tarde-noche estaba puesta en la capital del país para disfrutar del encuentro entre los Pumas y el Monterrey, en duelo directo por salir de los puestos de media tabla.
Era el segundo juego de Efraín Juárez al mando de los felinos dentro de la Liga MX, y aunque ya sabía lo que era ganar en Ciudad Universitaria ante su gente, ese encuentro fue para el torneo regional, no así para el local.
Nadie se imaginaba qué lo que estaba a punto de suceder en las 2 horas de juego sería para muchos, un auténtico robo por parte del cuerpo arbitral, y aunque los errores por parte de los nazarenos se sobre entienden por ser seres humanos, no deja de ser un poco sospechoso todo el cuadro que encerró el juego.
Las acciones dieron inicio y durante todo el primer tiempo no hubo mucho por alentar. Monterrey tuvo solamente dos ocasiones de gol.
Al minuto 12′ un disparo por el centro del área por parte del novel Fimbres que el guardameta Padilla logró detener y no pasó a mayores; y al minuto 17′ un balón robado por Robles, cede a Berterame que saca disparo lejos de la humanidad del cancerbero local estrellándolo en la base del poste derecho y al ingresar el esférico de nuevo al terreno de juego, Ocampos saca disparo que se estrella en la defensa y este parecía mano que el propio jugador ofensivo reclama, pero no sé concedió, ya que el árbitro estaba muy cerca y vió la acción de frente.
Por parte de los del Pedregal, definitivamente no fueron unos 45 minutos para recordar. Se añadieron 4 minutos al reloj y eso fue todo, así se fueron al descanso.
Para la segunda mitad, todo fue distinto, y hubo show en exceso.
Desde que empezó la parte complementaria, los de Demichelis se fueron al frente y en menos de un minuto de reiniciado el encuentro, le silban un penaltie en contra de Pumas.
Decisión mal tomada, ya que el joven Azuaje no toca al jugador rayado y ni siquiera revisaron en el VAR.
El disparo fue bien tirado por parte de Berterame, engañando a Padilla hacia su lado contrario y los albiazules le pusieron número al marcador al son de 0-1.
8 minutos posteriores, Iker Fimbres recibe un centro al área grande, mata la velocidad del balón postrándola a sus pies y así poder disparar a placer y vencer al portero mexico-español, logrando el 0-2 en el tablero electrónico y aumentar la ventaja visitante.
Los Pumas entendieron que debían atacar, y dos minutos después dieron aviso en la portería del «Mochis» que lo iban a bombardear.
Berterame al minuto 65′ robó, se enfiló y disparó, pero la entregó a las manos de Padilla.
Un minuto después, al 66′, un tiro de esquina cobrado por los auriazules por la derecha de los regios es recentrado hacia el área chica, el delantero de la escuadra local intenta rematar de palomita, pero en su intento por aventarse estira los brazos para protegerse del probable golpe con el poste, el balón pega en el brazo antes de ser rechazado y ser pateado a gol, pero el colegiado anula la acción debido al tocamiento entre balón y brazo. Pumas se quedó sin acortar distancias.
La polémica arbitral fue porque tenía que ir al VAR a revisar el porqué del brazo estirado, pero solo se dejó llevar por el auricular.
Al minuto 70′, el vendaval norteño siguió haciéndose presente, ya que una descolgada del «Tecatito» Corona por la izquierda, logró ser convertida en un centro que el hispano Canales controló y disparó un tanto descompuesto, pero logró vencer a su compatriota Padilla para poner el 0-3 en favor de los del Cerro de la Silla.
La loza en la espalda de Pumas ya era insostenible.
Al minuto 88′, un balón por aire enviado a Alí Ávila fue controlado por éste para poder disparar y fue encimado por el zaguero visitante, consiguiendo marcaran un penal en contra del Monterrey.
Guillermo Martínez pidió el balón, lo colocó y al sonido del silbatazo del referee envío la de gajos al fondo de la red, para así lograr el descuento de los locales y poner el electrónico 1-3.
El asistente arbitral puso 8 minutos más al reloj, pero el marcador ya no se movió y así terminó el encuentro en la grama del «México ’68».
Cabe señalar que se desató gran polémica contra el cuerpo de árbitros debido a los constantes malos señalamientos durante el encuentro, siendo los más marcados 3 goles anulados a los Pumas (aunque muchos vieran esos goles mal marcados, solo el gol del mellizo Funes Mori si debió subir al récord, los otros dos goles fueron bien anulados), pero sobre todo los repetitivos golpes del defensa español del Monterrey Sérgio Ramos, ya que le propinó un golpe en el cuello a Bennevendo, un conato de bronca y una caída tipo Lucha Libre con Lisandro Magallán y jaloneos y gritos en varias ocasiones (una caída muy similar del mismo Ramos y Mohamed Salah, logrando el español lesionar al egipcio, dejándolo fuera de circulación por un tiempo prolongado), pleito con Caicedo y el acabose fue cuando le recetó una patada artera al «Memote», obteniendo la roja directa al minuto 91′ (después de todo eso, expulsarlo al final de juego parecía solo como para compensar lo ya vivido).
El hombre de negro permitió mucho al jugador rayado, que si hubiera sido un arbitraje «parejo», Ramos debió haberse ido desde el minuto 20 del primer tiempo, prácticamente le permitieron hacer de todo y le regalaron el juego en Ciudad Universitaria.
Pumas vuelve a perder contra Monterrey, y nuevamente vuelve a ser víctima de decisiones y errores de los árbitros centrales en los dos últimos juegos celebrados en el Pedregal de San Ángel, siendo así que la directiva de los universitarios sacó un desplegado en sus redes sociales exigiendo un arbitraje a la altura de las circunstancias.